¿Qué es la fisioterapia geriátrica y cómo de eficaz es?

A medida que nos hacemos mayores y envejecemos, nuestro cuerpo suele desarrollar algunas dolencias que necesitan tratamiento. Ante esta situación, lejos de usar constantemente pastillas o recurrir a químicos, debemos enfocarnos en buscar soluciones naturales que alivien nuestros problemas de raíz sin provocarnos efectos secundarios.

Unas de las dolencias más comunes las encontramos en los dolores de espalda, dolores articulares, enfermedades de huesos y otros; a la mayoría de personas que se hacen mayores les cuesta mucho mantener el equilibrio y moverse con fluidez, y el mejor tratamiento que pueden recibir es la fisioterapia geriátrica.

¿No sabes lo que es? Quédate a conocer en qué consiste y la eficacia con la que actúa ¡no te arrepentirás!

¿A quién está enfocada y en qué consiste?

Como hemos mencionado, a medida que envejecemos nos enfrentamos a una serie de desafíos físicos y funcionales que pueden afectar a nuestra calidad de vida y autonomía. La buena noticia, es que la fisioterapia geriátrica se especializa en atender estas necesidades y ayudar a las personas mayores a aliviar los dolores y dificultades que se nos presentan en la vida.

Tal y como argumentan los profesionales de la Clínica de Fisioterapia Herraiz, esta rama de la fisioterapia está enfocada a adultos mayores con problemas tales como pérdida de movilidad y equilibrio, dolores crónicos y recuperación de cirugías, entre otros.

Respecto a su tratamiento y las técnicas que comprende, observamos que consiste en lo siguiente:

  1. Fortalecimiento muscular.

Una de las primeras causas por las que una persona mayor necesita fisioterapia geriátrica, es la debilidad muscular. A medida que nos hacemos mayores nuestros músculos también se resienten (sobre todo si no los entrenamos ni nos movemos con frecuencia), y sin duda la mejor manera de tratar de evitar este problema es fortaleciendo los músculos.

Esto se logra a través de una serie de ejercicios que se centran en mejorar la fuerza y la resistencia muscular, lo que puede ayudar a mejorar la movilidad, prevenir caídas y facilitar la realización de actividades diarias.

  1. Estiramientos y flexibilidad.

Estirar es esencial a cualquier edad para evitar lesiones. Las personas solemos estar en constante movimiento, y para personas que se llevan mucho tiempo sentadas o que realizan poca actividad física, puede suponerles un problema realizar un movimiento brusco sin estirar (el cual puede ser incluso levantarse rápidamente de la silla ¡imagínate!).

Cuando estiramos, reducimos la rigidez, y mejoramos nuestra flexibilidad y capacidad de movimiento; por ello, esta es una de las técnicas que más se aplican en la fisioterapia geriátrica.

  1. Entrenamiento de equilibrio y coordinación.

El equilibrio y la coordinación son dos habilidades muy necesarias para realizar cualquier acción en nuestro día a día. Desafortunadamente, a medida que crecemos vamos perdiendo facultades o éstas van menguando. Por ello, la fisioterapia se centra también en realizar ejercicios de coordinación y equilibrio que ayuden a evitar el riesgo de sufrir caídas y mejoren la confianza de las personas mayores al caminar.

  1. Modalidades físicas.

Para tratar algunas dolencias físicas, se aplican técnicas que incluyen el uso de calor, frío, ultrasonido, electroterapia, etc. Éstas ayudan no sólo a aliviar el dolor, sino también a reducir la inflamación y a mejorar la circulación sanguínea en las zonas necesarias y específicas del cuerpo.

  1. Entrenamiento de marcha y movilidad.

Se centra en mejorar la marcha y la capacidad de moverse de manera segura y eficaz. Este tipo de entrenamientos ayuda enormemente a que las personas mayores mantengan su independencia y funcionalidad en la vida diaria.

  1. Programas de ejercicio adaptado.

La fisioterapia geriátrica también se encarga de diseñar programas de ejercicio personalizados que tienen en cuenta las necesidades y limitaciones individuales de cada paciente, con el objetivo de mejorar su fuerza, resistencia, flexibilidad y equilibrio.

¿Es buena la fisioterapia geriátrica para cualquier anciano?

Como ya te imaginarás, la fisioterapia geriátrica puede ofrecer grandes beneficios para una amplia gama de personas mayores, pero cada persona es un mundo diferente y tiene problemas diferentes que requieren soluciones personalizadas y distintas.

Por ello, es importante analizar las características individuales de cada paciente antes de iniciar un programa de tratamiento. Algunos ancianos pueden presentar condiciones médicas complicadas, como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, demencia u otras dolencias que requieren un enfoque adaptado por parte del fisioterapeuta.

Por otra parte, la efectividad de los tratamientos aplicados de fisioterapia geriátrica puede variar según la respuesta de cada paciente. Se debe tener en cuenta cómo responde al tratamiento y qué capacidad presenta para de mantener los cambios conseguidos a largo plazo. Asimismo, es fundamental que el fisioterapeuta evalúe con frecuencia el progreso del paciente y ajuste un plan de tratamiento especializado para garantizar resultados eficaces y minimizar el riesgo de complicaciones.

En resumen: la fisioterapia geriátrica siempre es una buena opción, pero es mejor pedir consejo a nuestro médico antes de lanzarnos a tomar una decisión. Una vez nos lo recomiende nuestro médico, es preciso que observemos de cerca los progresos que consigamos y estemos atentos a cómo nos sintamos, haciéndole saber al fisioterapeuta cómo nos sentimos en todo momento.

Comparte tu amor
Facebook
Twitter

Noticias relacionadas

Scroll al inicio