Vosotros no sé, pero a mí en cuanto llegan los primeros días de verano con su divino calorcito, lo que más me apetece es darme un buen chapuzón en mi piscina. ¡Pues sí! Tengo la suerte de tener una, puesto que soy propietario de un chalé en un pueblo de la sierra de la Comunidad Valenciana, en el que este tipo de instalaciones es bastante corriente. Disfruto mucho con tenerla, y por ello, cuando hace unos meses me percaté de que a su mosaico le faltaban muchas piezas y que habían aparecido numerosas grietas en mi piscina, decidí para cambiarlo contactar con la empresa Magasin du Carrelage, una firma comercial del grupo Ferrando Navalón C. B. ubicada en Alcàntera de Xúquer (Valencia) y especializada en la venta de ladrillos, baldosas, mosaicos, etc. ¡Pues la verdad es que le hacía falta! Además, cambiándolo, ello me iba a permitir modernizar mi piscina y proporcionarle una nueva estética, ya que la tenía desde hacía más de dos décadas y que desde entonces había que reconocer que había habido ciertas novedades en el diseño, formas, etc., de las piscinas. A día de hoy, es posible en efecto colocar el mosaico en el vaso de la piscina y jugar con las diferentes tonalidades del gres porcelánico, lo cual te permite crear infinidades de ambientes.
¿Qué puedes hacer para personalizar tu piscina?
Para personalizar tu piscina, al igual que lo he hecho yo, tienes multitudes de opciones para elegir. Te cuento… Puedes para empezar escoger el color del mosaico que le vas a poner. Como tienes multitudes de tonos: lisos, brillantes, mates, tornasolados…, eso te permite a la vez jugar con los efectos de la luz sobre tu piscina, tanto la luz solar como la de la noche o la artificial. Luego, también puedes elegir entre varias formas de gresite. Éste puede ser redondo, cuadrado, rectangular, hexagonal o lo que quieras tú. Por mi parte, he mezclado el hexagonal con el cuadrado, ¡y el efecto es súper bonito! Aquí, puedes dejar volar tu imaginación. Con ello, te informo de que en la actualidad existen multitudes de elementos decorativos que le dan a tu piscina un plus y un toque de elegancia y originalidad que dejan prendados a tus invitados. ¡Te lo aseguro yo!
Tienes, en efecto y por ejemplo, cenefas de distintas formas y tamaños, figuras, dibujos y lo que se te antoje a mares. De hecho, cuando de broma le dije a mi esposa que por qué no poníamos una pin up al estilo de las chicas Playboy en el fondo de nuestra piscina, ¡ésta casi me arranca los ojos! Jajaja… Asimismo, puedes elegir el color de las lechadas o juntas de unión de las teselas ya que este detalle es igualmente muy importante. Pues, ello te permite adaptar dicho color, entre los azulejos, al de la cenefa o al que vas a instalar en el suelo y/o en la pared de tu piscina. Por fin, ¡que casi se me olvida!, puedes elegir entre distintos tamaños de mosaicos según el tipo de diseño que quieras que luzca tu piscina. Yo he optado por uno de 2,5 cm x 2,5 cm de color gris (¡me encanta el gris!) que me parece ser el idóneo para esta clase de construcciones.
Luego, todo es cuestión de gustos o de espacio, pues en regla general a las personas les suele gustar más el color azul. A mí, ¡sin embargo no! No sé si será porque mis orígenes provienen del norte de Francia, un lugar en el que el cielo suele ser más bien gris que azul, pero el hecho es que me encanta este color… Y bueno, debo reconocer que el resultado obtenido es genial y que no me arrepiento en absoluto de haber confiado para renovar mi piscina en la empresa valenciana Magasin du Carrelage, una sociedad que fue creada en el año 1971, que cumple con las normas ISO (¡un detalle a mi parecer fundamental!) y que propone más de 4000 referencias de ladrillos, baldosas, cerámicas, mosaicos, etc. ¡Vaya que si no encuentras nada es porque –sencillamente– no te has molestado en buscar! Dicho esto, no sé si habéis mirado en la televisión el tiempo, pero a partir de la semana que viene vuelven a subir las temperaturas, y yo, tal y como os lo he dicho al empezar la redacción de este post, lo que más me place cuando llega el veranito con su calorcito es darme un buen chapuzón en mi piscina. ¡Pluffff! ¡Al agua pato!, como decía mi querida abuela…