Nunca pensé que hubiese tenido un día que contratar los servicios de un abogado laboralista, sin embargo, eso me ocurrió hace un tiempo. Y debo reconocer que si no hubiese sido gracias al excelente trabajo e implicación del abogado del bufete privado sevillano Durán & Durán (uno de los despachos más luchadores de la ciudad), que se encargó de mi caso, no sé si hubiese podido ganar el juicio contra mi empresa y cobrar por ello lo que verdaderamente me correspondía. Os cuento… Soy albañil de profesión y llevaba más de veinte años trabajando y ganándome la vida gracias a mi oficio, cuando tuve la desgracia de sufrir un accidente en la obra en la que estaba trabajando al caer del andamio. Gracias a Dios, al estar sujetado por los arneses de seguridad, “sólo” me golpee la cabeza (¡menos mal que también llevaba un casco!) a la vez que me rompí dos costillas, la cadera, un brazo y el tobillo izquierdo. Con lo cual, tuve que estar parado largos y duros meses con lo que todo eso conlleva: retrasos en los pagos (por otra parte también truncados), papeleo incesante con la empresa, Mutua, Seguridad Social, etcétera… ¡Un auténtico calvario y mareo! Y entre que no te encuentras para nada bien y metido en tantos problemas, pensando en la manera en la que vas a poder salir adelante con tantos pagamentos retrasados, ¡pues ya me dirás!
¿Por qué y cómo elegir a un buen bufete de abogados laboralistas?
Al ver los problemas a los que tenía que enfrentarme día tras día, y al constatar que a través del sindicato las cosas no iban mejorando ya que por lo contrario se iban estancando, decidí entonces que lo mejor que podía hacer era dirigirme a un bufete de abogados privado cuya reputación ya no estaba por demostrar. Y eso es lo que hice al informarme en este despacho de Sevilla, cuya firma se encuentra encabezada por el celebérrimo abogado ciego Miguel Durán Campos (¡sí, sí! ¡Él de las Preferentes!). Debo reconocer que a lo primero el hecho de que él dirigiera en cierto modo el bufete me asustó un poco. Pues pensé: “¡madre mía! ¡Esto me va a costar un pastón!”, pero luego, al hablar con el equipo, éste me prometió que me ayudaría a encontrar la mejor solución y la menos costosa para mí. Asimismo, añadió que su experiencia en casos entre particulares y empresas los avalaba puesto que habían solucionado centenares de casos en los que no se había conseguido obtener un acuerdo entre la Dirección y el capital humano implicado en el litigio hasta que no llegaran ellos. Y la verdad es que de todo ello sí que había oído hablar yo. Por lo cual, no me lo pensé más y los contraté…
¿Qué funciones tiene un abogado laboralista?
A lo primero, yo no sabía muy bien a qué tipo de funciones se dedicaba un abogado laboralista, lo único que sabía es que éste se encargaba de velar los derechos de los trabajadores que se encontraban bajo el mandato de un empleador. Pero también aprendí que dentro de una empresa, también éste velaba a su buen funcionamiento y protección ante cualquier imprevisto. Asimismo, su trabajo consistía en informar y asesorar de la mejor manera posible sobre los derechos de ambas partes, según su posicionamiento. ¡Vaya que su campo de acción era bastante amplio y completo! Con lo cual, más que tranquilizado decidí confiar totalmente en el bufete de abogados sevillano Durán & Durán, y la verdad es que fue un auténtico acierto. Pues a día de hoy, no sólo he conseguido que se me pagara todo lo que se me debía más los intereses, sino que el empleador se ha visto obligado también en pagarme una suma bastante consecuente por daños y prejuicios tras mi accidente laboral. De hecho, después de todo este triste asunto, he decidido abrir una empresa de construcción. ¿Y sabéis a qué despacho voy a confiar los intereses de ésta? Seguro que no os lo tengo que precisar…