Según la especialista Lucía Estrada, médica fisiatra experta en ejercicio, el principal maltrato hacia nuestros pies empieza cuando se meten en calzado inadecuado por motivos de desconocimiento o moda “Se intenta adaptar la delicada estructura del pie a la forma de un zapatos y no al revés como debería”, asegura. Un adulto camina entre cinco mil y ocho mil pasos al día, unos 1,5 millones de pasos al año, y todo el trabajo lo realizan nuestros pequeños y delicados pies que, a cambio, no reciben ni el cuidado ni el mimo que necesitan.
Tacones, suelas rígidas, zapatillas sin amortiguación, diseños imposibles… todo eso deforma nuestros pies y nos obliga a adoptar malas posturas. Somos tan inconscientes que la jefa de Fisioterapia del Hospital Universitario San Ignacio afirma que cuando la gente presenta callosidades, dolores severos, cambios en la estructura o incluso incapacidades para andar por diversos problemas, en lo último que piensa es en que las características de sus zapatos pueden haber sido el origen de las molestias cuando la realidad es que lo suelen ocurrir.
Calzado Infantil
Lo peor de todo es que empezamos a maltratar nuestros pies desde la más tierna infancia. Cuando un bebé empieza a dar sus primeros pasos necesita un calzado cómodo, adaptable, flexible y con una gran sujeción pero nosotros, sin saber el daño que podemos causarles, les invitamos a caminar con peucos, patucos sin suela o calzado no homologado comprado en diferentes comercios económicos, por eso de que se le quedará pequeño en un corto espacio de tiempo, un calzado que difícilmente se adapta a horma infantil del niño o la niña.
En Piesitos, una tienda especializada en calzado infantil, podemos comprobar cómo diferencian entre varios tipos de calzado para bebés, niños y niñas, fabricado en piel para asegurar la flexibilidad, durabilidad y transpirabilidad de los zapatos. Así podemos saber qué estamos comprando y para qué etapa de desarrollo y maduración está indicada. Este tipo de categorización sólo lo encontraremos en este tipo de tienda, donde hay verdaderos expertos dispuestos a asesorarnos. Debemos dudar siempre del típico calzado infantil vendido al montón y, por supuesto, debemos dudar de aquel calzado fabricado en los países asiáticos, pero no por el motivo que pensáis… Hay calzado japonés, taiwanés y chino magnífico, el problema es que la mayoría del calzado asiático que llega hasta nuestras tiendas es el fabricado en cadena con materiales de baja calidad para poder venderlo a precios muy inferiores al del calzado fabricado en España, y eso provoca que dichos zapatos no sean los más indicados para el cuidado de nuestros pies.
Calzado Adulto
Gracias a los dioses del Olimpo, o en aquel o aquellos en los que creáis, a las niñas no les solemos poner tacones (y digo «solemos» porque hay excepciones como la hija de Tom Cruise y Katie Holmes que parece que nació con ellos puestos), pero a partir de la adolescencia ya empezamos a maltratar el pie con ellos.
Lo ideal sería que los zapatos estuvieran diseñados y elaborados sobre medidas y en armonía con las características de cada pie y pisada pero esto es algo que sólo se reserva a pacientes que tengan algún tipo de patología. A pesar de ello, hay unas normas generales que podemos tener en cuenta a la hora de adquirir un zapato, como que sean amplios, de punta redondeada y que no aprieten los dedos unos contra otros. También han de estar fabricados en materiales blandos, que no generen áreas de presión y que estén exentos de costuras internas.
Hay ciertas marcas como Martinelli, Fluchos, Pikolinos… que siempre se rigen antes por la normativa general de calidad y homologación que por el diseño que esté de moda para crear y confeccionar nuevos zapatos y, por eso, son marcas de confianza. Podemos comprar zapatos Martinelli online o zapatos Fluchos online, así como Hispanitas, Panama Jack, Callaghan y de otras grandes marcas en Calzados Luz, una tienda especializada en calzado adulto que guarda prácticamente la misma distinción con sus productos que Piesitos.
Y es que eso de ir a la moda está muy bien pero respetando siempre las reglas básicas para la fabricación de un calzado saludable porque hay tendencias que pueden destrozarnos lo pies y no hablo sólo de los ya mencionados tacones. Por ejemplo, ¿sabéis que la nueva moda, tanto masculina como femenina, de llevar calzado sin calcetines está causando graves problemas a mucha gente? La mayoría de ellos por problemas de hongos pero también por rozaduras, callosidades y mucho más.
Llevar zapatos sin calcetines, un zapato cerrado se entiende, provoca humedad y calor en nuestros pies, algo que puede conducir a infecciones de hongos como el conocido pie de atleta, una infección que puede causar picor y mal olor. Además, el roce del pie con el calzado sin protección ninguna puede provocar heridas, callosidades e incluso malformaciones.
No dejes que la moda maltrate tus pues, cuídalos, los usarás toda la vida.