Masaje o masaje terapéutico

Llamar masajista a un fisioterapeuta puede ser tomado como una ofensa por el mismo. Aunque existe esa falsa creencia, generalizada, de que los masajistas y los fisioterapeutas son el mismo tipo de profesionales, la realidad no es así. Cada profesional, tiene su lugar y trabaja diferentes aspectos, aunque ambos, estén directamente relacionados con el bienestar del cuerpo. La confusión puede derivar de esa extraña costumbre que tenemos las personas de llamar a muchas cosas similares por el mismo nombre, como sucede con los productos de marca, por ejemplo. De este modo todo cacao en polvo es Cola Cao, salvo el Nesquik, todo refresco de cola, es Coca Cola o todo pan de molde, es pan Bimbo, entre otros muchos ejemplos. En cuestiones profesionales, toda persona que de masajes es masajista, sin tener en cuenta la finalidad del tratamiento o todo doctor es médico, aunque en numerosas ocasiones, el doctorado no es en medicina.

Ejemplos a parte, un fisioterapeuta y un masajista no son lo mismo. La diferencia se hace en la finalidad y los métodos, puesto que como nos explican desde L4 Santander centro de masajes, los masajistas, actúan con una finalidad, meramente estética, relajante o placentera. La fisioterapia, solo hace uso de los métodos de masaje cuando es necesario tratar algún tipo de dolencia física, en tal caso, se denomina como masaje terapéutico.

Los masajistas no están formados para tratar patologías o dolencias físicas, por lo que no es prudente ni legal, tratar a pacientes que padecen dolor. No solo porque esta actividad esta considerada como intrusismo, también puede ocasionar daños mayores al paciente. Los fisioterapeutas, en cambo, tiene la misión de tratar una lesión de tal manera que el paciente, se reincorpore a su vida cotidiana lo más rápidamente posible y educarlo para que sea capaz de evitar la misma lesión.

Cada profesional, desarrolla su labor en un ámbito. Los fisioterapeutas trabajan en centros sanitarios como hospitales, centros de salud, residencias y centros de día, consultas privadas o centros deportivos. Mientras que los masajistas, desempeñan sus funciones en centros de belleza, spa y balnearios, centros deportivos sin tratar patologías o consultas privadas de masaje no terapéutico.

Mientras que un fisioterapeuta requiere de una formación académica de nivel universitario, por tratarse de una rama de la medicina, los masajistas pueden trabajar como tales con una formación básica recibida en cualquier escuela de masajes.

En que consiste un masaje realmente

Para poder entender bien la diferencia entre ambos profesionales, vamos a empezar por comprender en que consiste un masaje y de que se trata esto de que te manoseen el cuerpo, en algunos casos como si se tratara de una masa de pan, en otros, un filete que hay que ablandar. La definición que hace la diferencia, es la finalidad del mismo, un masaje terapéutico, el que proporciona un fisioterapeuta; o el masaje higiénico, proporcionado por un masajista.

En pocas palabras, el masaje es una técnica consistente en la aplicación de fricciones sobre una estructura que, normalmente suele proporcionarse con las manos. Un masaje puede practicarse por cualquier persona que disponga de la formación y conocimientos adecuados, constatados por la correspondiente formación. Sin embargo, los únicos profesionales que pueden dar y, están cualificados para hacerlo, masajes con una finalidad terapéutica, son los fisioterapeutas titulados.

Un masaje, actualmente, proporciona bienestar físico y mental, ayuda a reducir y combatir el estrés, las tensiones que la vida cotidiana genera en nuestro cuerpo, al tiempo que repercute en una mejora de la sensación física de fatiga.

Algo que los fisioterapeutas afirman, se desconoce porque la creencia existe, es que los masajes no quitan “nudos” ni descontracturan nada, como solemos decir. Ante la aplicación de un tratamiento a través del masaje, haciendo uso de las manos, lo que hace el fisioterapeuta es interactuar con el sistema nervioso del paciente, con lo que se modula la sensibilidad al dolor.

Existen diversos tipos de masajes terapéuticos de los cuales tenemos que saber que su finalidad es el tratamiento de los trastornos corporales que pueden resultar muy eficaces para obtener una disminución y mejora del dolor. Como decíamos, el masaje, consiste en una manipulación de tejidos blandos realizado una acción rítmica y con una intensidad adecuada, sobre algunos puntos del cuerpo concreto. Esta manipulación puede realizarse sobre las capas más superficiales de los tejidos que conforman el cuerpo o, sobre capas más profundas.

Los efectos que produce un masaje en el cuerpo son muy beneficiosos para el organismo, tanto a nivel físico como psicológico. Las diferentes técnicas y métodos de aplicación de los masajes no solo se utilizan para tratar enfermedades musculares. Puesto que solo esta contraindicado en condiciones específicas que pueden impedir que el fisioterapeuta ejecute algún tipo de maniobra específico. Según la lesión o problema a tratar, el fisioterapeuta, practicará un método de masaje u otro, a razón de lo que resulte más conveniente y adecuado para el paciente.

Dentro de un mismo tratamiento, pueden combinarse dos o más tipos de masajes, de tal modo que se logren mayores mejorías en los diferentes tejidos. Algunos de los beneficios que proporciona el masaje terapéutico, son calmar el dolor, desarrollar los músculos, sentir sensación de bienestar, distensión de los músculos contracturados, flexibilización de los tejidos a largo plazo o mejora de la circulación sanguínea y linfática.

Diferentes técnicas y métodos de aplicación

Dentro del masaje terapéutico, existe una variada clasificación que hace referencia a la mecánica que se lleva para su aplicación: el roce-deslizamiento, el amasamiento, la fricción, la compresión, la percusión y las vibraciones, son algunas de estas mecánicas, con las que se denominan los diferentes tipos de masaje. Veamos con mayor detenimiento, en que consiste cada uno de estos tipos de masajes, aunque quien más y quien menos, sabrá a que hace referencia cada tipo en cuestión.

El roce-deslizamiento, esta técnica consiste en que el fisioterapeuta, realice una frotación uniforme y lenta sobre una zona corporal. Puede realizarse de forma longitudinal o circular. Es fundamental que, al realizarlo, no se deslicen otros tejidos que no son los que necesitan el tratamiento. Una variante es el roce profundo que se utiliza para descontracturar y trabajar sobre la circulación sanguínea y linfática. Este tipo de masaje pretende fomentar el retorno venoso, en ocasiones detenido. En su variante superficial, puede aumentar la circulación en los tejidos externos como la piel y favorecer la regeneración dérmica.

El amasamiento es uno de los tipos de masajes terapéuticos que se practica con mayor energía junto a la percusión. Persigue despegar los tejidos superficiales de los profundos y generar el desplazamiento de las fibras musculares. Está técnica, combina los movimientos de despliegue, torsión y estiramiento, lo mismo que se hace a una masa de bollería o pan para obtener lo mejor de cada masa. Esta técnica se aplica rítmicamente y se utiliza para eliminar sustancias toxicas presentes en los tejidos con la finalidad de favorecer la nutrición de los músculos y generar relajación muscular. Si se efectúa profundamente, puede aumentar la capacidad contractiva del músculo.

La técnica de la fricción, se realiza con movimientos breves, ejerciendo una presión controlada, por lo que el fisioterapeuta, utiliza las puntas de los dedos. Es frecuente en el masaje de las articulaciones, ya que en caso de que los tejidos de las mismas, presenten adherencias, esta técnica, separan los tejidos. Esto hace que se produzca una utilidad analgésica e induzca a un aumento de la circulación en la zona tratada.

Mediante la compresión, no se realiza movimiento en la zona. Se trata de una técnica estática en la cual no existe desplazamiento sobre los tejidos.

Otra técnica muy energética es la percusión, realizada de dos formas: el golpeteo y el hacheado. La primera de ellas, se realiza con las palmas de las manos posicionadas en forma ahuecada. Esto produce un sonido característico durante su aplicación. El hacheado, por su parte, se realiza con el borde cubital de las manos, manteniendo la presión constante y con mucha energía al golpear, sin perder el contacto ente las manos y el cuerpo. Con la aplicación de esta técnica, se produce un aumento de la circulación en la zona tratada, se nutre el musculo y aumenta su contractilidad, al tiempo que normaliza el tono. Puesto que mejora el bienestar general del paciente, se considera un masaje estimulante.

La última de las técnicas a mencionar, es la vibración. Los movimientos con los que se realiza son cortos y rítmicos. Las manos se hayan en contacto constante con la piel y los antebrazos del terapeuta, hacen continuas contracciones estáticas generando vibración. Sus efectos producen relajación muscular, estimulación de la circulación y desprendimiento de las secreciones pulmonares en pacientes que padecen cuadros respiratorios.

Mediante la aplicación de todas estas técnicas, se pueden realizar masajes de todo tipo. Desde el masaje terapéutico deportivo hasta un masaje para pies o el tratamiento del bruxismo, la fisioterapia puede ayudar en muchos campos. Problemas de tránsito intestinal, el diafragma o el psoas, pueden tratarse mediante un masaje terapéutico. Así como problemas de fascia o todo tipo de lesiones, traumatismos o esguinces, proporcionando mejoras con cada tratamiento.

Ahora, ya sabemos un poco más sobre el apasionante mundo de los masajes y la finalidad de cada tipo o metodología.

 

 

 

Comparte tu amor
Facebook
Twitter

Noticias relacionadas

Scroll al inicio