Se habla mucho sobre la importancia de cepillarse los dientes después de cada comida, pero hay un aspecto fundamental que, a menudo, pasa desapercibido: la higiene interproximal.
¿Qué es eso?, te estarás preguntando. Bueno, te hago saber que esta práctica es totalmente fundamental para mantener una boca sana y prevenir problemas graves en el tiempo, pero lamentablemente, muchas personas no la llevan a cabo de manera adecuada, o simplemente ni siquiera saben que existe.
¿Qué es la higiene interproximal?
La clínica dental con gran experiencia en el sector, Puerta de Alcalá, nos explica que la “higiene interproximal hace referencia a la limpieza de los espacios entre los dientes, también conocidos como espacios interdentales o interproximales”.
Son esas molestas partes de la boca y de los dientes donde nuestro cepillo de dientes no puede llegar, porque las cerdas, por más finas que sean, no consiguen penetrar completamente entre los dientes. Es, en consecuencia, en estas zonas se acumulan restos de alimentos y placa bacteriana. Y, por supuesto, si todo esto no se elimina adecuadamente, puede derivar en problemas como caries, gingivitis y enfermedades periodontales más graves.
Aunque el cepillado regular es fundamental, no es suficiente para limpiar estas áreas interdentales. Por ello, es necesario complementar el cepillado con herramientas específicas para garantizar una limpieza profunda y completa. Las herramientas más comunes para la higiene interproximal son el hilo dental, los cepillos interdentales y los irrigadores bucales. Cada una tiene sus ventajas, y la elección de la más adecuada depende de las características de la boca de cada persona, como la anchura de los espacios interdentales y la sensibilidad de las encías.
¿Por qué es tan importante?
¿Sabías que los espacios interproximales representan aproximadamente el 40% de la superficie total de los dientes? Esto significa que, si no se limpian adecuadamente, casi la mitad de la superficie dental queda completamente desatendida y sucia.
Si no eliminamos la placa bacteriana de estos lugares, se fomenta la proliferación de bacterias que, con el tiempo, pueden causar infecciones, mal aliento y enfermedades serias en la boca.
Las principales razones por las que la higiene interproximal es crucial son las siguientes:
- Prevención de la caries dental: La placa bacteriana que se acumula entre los dientes contiene ácidos que desmineralizan el esmalte dental, lo que con el tiempo puede dar lugar a la aparición de caries. Una caries entre los dientes es difícil de detectar y puede avanzar sin ser notada hasta que ya sea tarde, causando dolor y necesitando tratamientos más complejos como empastes o incluso endodoncias.
- Prevención de enfermedades periodontales: La acumulación de placa entre los dientes también es un factor de riesgo para la aparición de gingivitis y periodontitis, dos de las enfermedades más comunes en la boca. La gingivitis es la inflamación de las encías que, en sus primeras etapas, puede pasar desapercibida. Si no se trata, puede progresar a periodontitis, una enfermedad más grave que afecta los tejidos que sostienen los dientes y que, en casos avanzados, puede provocar la pérdida dental.
- Control del mal aliento: Los restos de comida que se quedan atrapados entre los dientes no solo son alimento para las bacterias, sino que también pueden descomponerse y generar mal olor. Mantener una correcta higiene interproximal ayuda a eliminar estos restos, reduciendo así las probabilidades de sufrir halitosis.
- Mejorar la salud general: Cada vez hay más estudios que demuestran la relación entre la salud bucal y la salud general del cuerpo. Las enfermedades periodontales no tratadas pueden contribuir al desarrollo de problemas más serios, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y complicaciones en el embarazo. Por lo tanto, cuidar los espacios interdentales no solo ayuda a mantener una boca sana, sino que también puede influir positivamente en la salud en general.
¿Cómo se realiza la higiene interproximal?
Esto es lo más importante de saber, porque, si lo desconoces, no puedes limpiarlo.
Existen varias herramientas y métodos para realizar una correcta higiene:
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Hilo dental
El hilo dental es probablemente la herramienta más conocida para la limpieza entre los dientes. Consiste en un fino hilo de nylon o de materiales similares que se introduce cuidadosamente entre los dientes para eliminar la placa y los restos de alimentos.
- Cómo usarlo correctamente: Dental debe introducirse suavemente entre los dientes, evitando hacerlo de manera brusca para no dañar las encías. Una vez dentro del espacio interdental, el hilo debe deslizarse hacia arriba y hacia abajo, asegurándose de limpiar tanto la superficie del diente como la de la encía. Es recomendable usar un tramo limpio de hilo para cada espacio interdental para no trasladar bacterias de un lugar a otro.
- Cuándo usarlo: Lo ideal es usar hilo dental al menos una vez al día, preferiblemente por la noche, después del cepillado, para asegurar que los espacios interdentales queden completamente limpios antes de acostarse.
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Cepillos interdentales
Los cepillos interdentales son pequeñas herramientas con cerdas que se utilizan para limpiar los espacios entre los dientes, especialmente en personas que tienen espacios interproximales más amplios. Existen diferentes tamaños de cepillos interdentales, por lo que es importante elegir el tamaño adecuado para cada espacio.
- Cómo usarlo correctamente: El cepillo interdental debe introducirse suavemente en el espacio entre los dientes y moverse hacia adelante y hacia atrás para eliminar la placa y los restos de alimentos. Es importante no forzar el cepillo en espacios demasiado pequeños, ya que esto podría dañar las encías.
- Cuándo usarlo: Al igual que el hilo dental, es recomendable usar cepillos interdentales al menos una vez al día. En algunos casos, el dentista puede recomendar su uso más frecuente, dependiendo de la situación particular de cada paciente.
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Irrigadores bucales
Los irrigadores bucales son dispositivos que utilizan un chorro de agua a presión para limpiar entre los dientes y alrededor de las encías. Son especialmente útiles para personas con aparatos ortodónticos, implantes o coronas, donde el hilo dental o los cepillos interdentales pueden no ser suficientes o adecuados.
- Cómo usarlo correctamente: El irrigador bucal debe dirigirse hacia los espacios interdentales y el borde de las encías, donde la presión del agua ayudará a eliminar la placa y los restos de comida. Es importante usarlo con la presión adecuada, para evitar dañar las encías.
- Cuándo usarlo: Al igual que las otras herramientas, se recomienda el uso diario, especialmente antes de acostarse.
Beneficios de una correcta higiene interproximal
Realizar una correcta higiene interproximal tiene numerosos beneficios, no solo para la salud bucal, sino también para el bienestar general de la persona:
- Reducción del riesgo de caries y enfermedades periodontales: Al eliminar la placa de los espacios interdentales, se reduce considerablemente el riesgo de sufrir caries y enfermedades de las encías.
- Mejora del aliento: Una boca limpia es sinónimo de un aliento fresco. Al eliminar los restos de alimentos que se quedan atrapados entre los dientes, se evita que estos se descompongan y causen mal aliento.
- Mayor duración de los tratamientos dentales: Las personas que han recibido tratamientos como empastes, coronas o implantes pueden prolongar la duración de estos procedimientos mediante una correcta higiene interproximal. Al mantener la boca limpia, se evita la aparición de nuevas caries o enfermedades que puedan afectar los tratamientos realizados.
- Mejora de la salud general: Como ya hemos comentado, mantener una buena salud bucal está estrechamente relacionado con el bienestar general. Evitar las infecciones en la boca ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades más graves, como problemas cardíacos o diabetes.
Consecuencias de no realizar higiene interproximal
Ya has visto lo importante que es cuidar el espacio entre los dientes. Pero ¿sabes qué podría pasar si, aun sabiéndolo, decides seguir desatendiéndolos?:
- Mayor riesgo de caries: Los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes favorecen la proliferación de bacterias, lo que aumenta el riesgo de caries en estas zonas difíciles de limpiar.
- Enfermedades periodontales: La acumulación de placa y sarro entre los dientes puede derivar en gingivitis, que, si no se trata, puede evolucionar a periodontitis. La periodontitis es una enfermedad grave que afecta los tejidos que sostienen los dientes y puede provocar su pérdida.
- Mal aliento persistente: El mal aliento, o halitosis, puede deberse a la descomposición de restos de alimentos entre los dientes. Si no se limpia adecuadamente, esta condición puede volverse crónica y difícil de tratar.
- Problemas de salud general: Las infecciones en la boca no tratadas pueden diseminarse a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, las bacterias responsables de las enfermedades periodontales pueden entrar en el torrente sanguíneo y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
¿Todavía no te has decidido?
Aunque el cepillado diario es fundamental, no es suficiente para garantizar una limpieza completa de la boca. Los espacios entre los dientes representan un área importante donde se acumula placa bacteriana y restos de alimentos, que, si no se eliminan adecuadamente, pueden derivar en caries, enfermedades de las encías y otros problemas de salud más graves.
Incorporar el uso de herramientas como el hilo dental, los cepillos interdentales o los irrigadores bucales en la rutina diaria es sencillo y tiene grandes beneficios. Además de mejorar la salud bucal, una correcta higiene interproximal puede influir positivamente en el bienestar general.
Por ello, es importante darle la atención que se merece.