La cocaína se recupera y vuelve a ser la droga más consumida

“Cansado de hacer de una habitación

Su prisión de  noche 
Él salió y conoció a su Dama Blanca dentro de un coche
Él y Ella
Frente a un espejo se juraron amor eterno
Nada tierno si esa voz que le hablaba venía del infierno…”

Arma Blanca: Él y Ella. Dlux

Farlopa, merca, perico, coca, dama blanca o fariña (vocablo gallego que significa harina, en relación a la similitud de este producto con la cocaína en polvo), estos son algunos de los nombres más utilizados para referirnos a la cocaína, que, junto a la heroína, vuelve a salir a la calle haciendo gala de su enorme poder adictivo, para enganchar a la población, que de nuevo, como ya había pasado años atrás, vuelve a sentir esa inseguridad y ese miedo hacia un futuro nada prometedor, pero que se augura pésimo. Sí, la cocaína, es hoy, la respuesta a una pregunta que nadie ha hecho, pero que tod@s esperan, y l@s adictos se reparten entre todos los sectores de la población, sin importar el sexo, la condición social o el poder adquisitivo. La coca se ha vuelto a poner de moda entre l@s más jóvenes, ajenos a los estrago que la dama blanca, habría provocado en los 80. Aunque, por otro lado, el mayor índice de adicción se da entre los mayores de 30 años, los que nacieron entre los 70 y los 80, los que parecen haber olvidado lo que pasó, las vidas que segó, la suerte que corrieron algunos de sus familiares y amig@s, las muertes de sus hermanos y hermanas, el sida, la hepatitis, los trastornos mentales, y la letal sobredosis.

Tras uno años de bajón, el consumo de cocaína en España ha repuntado, y hoy, es el país con mayor consumo de toda Europa, y de hecho es la droga que más se consume aquí. Y así nos lo confirman en Psima, servicio especializado en psicología y psiquiatría: La adicción a la cocaína es una de las conductas adictivas que más se extienden en España. Esto se traduce en que sea el principal motivo de consulta en la Unidad Hospitalaria de Conductas Adictivas, en donde cuentan con un equipo de profesionales especializados con una larga trayectoria en el tratamiento de la adicción a la cocaína. Al ser una sustancia que genera una gran dependencia física, es necesario abordar, en un inicio, la desintoxicación.

Por eso, el método de trabajo de Psima, preferentemente ambulatorio, se sostiene tanto a nivel médico como psicológico, aunque no siempre es necesario administrar medicación; por tanto, se debe evaluar en cada caso junto con el paciente. A partir de aquí, el equipo de Psima, intentarán ir a la causa del problema, ya que en estos casos, el paciente la desconoce, y no sabe por qué no puede dejar de repetir esta conducta tan perjudicial para su propia salud, pero también para las de sus familias, que al ser parte implicada, participará durante todo el tiempo que dure el tratamiento. Su experiencia profesional garantiza que el paciente abandonará el consumo, y su vida, volverá a ser la misma que antes de la adicción.

Cómo se consume

La cocaína es una droga que se extrae a partir de las hojas secas de la planta de coca, es una sustancia muy adictiva y peligrosa, y hoy, su consumo se extiende por todo el mundo. Por norma general, la coca se consume en forma de polvo blanco y se introduce a través del conducto nasal, un acto que se conoce con el nombre de esnifar. Cuando la cocaína se presenta en forma de cristales, se denomina crack, y su poder adictivo es aún mayor que el del polvo, y se consume fumado. El crack es muy común en los EEUU, sobre todo entre las clases más desfavorecidas, pero en España, es más habitual fumar una pasta de cocaína, llamada base, que se elabora cocinando la cocaína con amoníaco o bicarbonato, a fin de eliminar las impurezas y que solo quede la cocaína. Por último, tenemos la cocaína inyectada en vena, para lo cual es necesario mezclarla con agua. La cocaína es peligrosa, sea cual sea su modo de consumo.

Efectos a corto y a largo plazo

La cocaína es un estimulante del sistema nervioso central, que hace que el cerebro fabrique una mayor cantidad de dopamina, aportando al consumidor o consumidora una  rápida e intensa sensación de poder, energía, euforia y alerta mental.

Otros efectos a corto plazo son los siguientes:

  • Aumento del ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial  y la temperatura corporal
  • Bruxismo (apretar o rechinar los dientes)
  • Falta de apetito e incapacidad para dormir
  • Euforia, inquietud, irritabilidad y/o paranoia

Entre los  efectos a largo plazo tenemos los siguientes

  • Gangrena intestinal provocada por la reducción del riego sanguíneo
  • Agotamiento físico y mental
  • Náuseas y dolor abdominal
  • Dolores de cabeza
  • Disminución del apetito, desnutrición
  • Depresión, ansiedad, esquizofrenia y otros problemas de salud mental
  • Accidentes cerebro-vasculares
  • Infartos
  • Convulsiones
  • Muerte súbita
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