Que el futuro ha llegado es bastante obvio, y no lo digo solo porque cada día encontramos algo nuevo que nos hace comprobar que el ser humano nunca deja de sorprendernos, tanto para bien como para mal, sino que lo digo porque la tecnología que estamos tocando ahora mismo puede llegar a hacer milagros, o lo que antes de conocerla y estudiar pensaríamos que son milagros.
Lógicamente, para alguien del siglo pasado, vacunarse contra el Sarampión y salir indemne es un milagro, del mismo modo que lo han sido todos los avances en medicina, gracias a los cuales estamos hoy en día aquí. Hemos vencido a La Peste, a la Gripe Española y prácticamente a todas las epidemias del hemisferio norte. Las del hemisferio sur, contrariamente, siguen ahí porque no hay investigación, porque importan menos ¿no? En fin, ese es otro debate. Sea como sea, conforme el ser humano avanza, nos parece estar llegando a un futuro prometedor, y así cada década. Sin embargo, y en mi humilde opinión, lo de ahora es para gritarlo bien alto.
Gracias a la tecnología, hace menos de un mes, un paciente al borde la muerte salvó su vida al conseguir un trasplante de aorta. ¿Y dónde está la magia? Preguntaréis algunos que no conocen la noticia, teniendo en cuenta que trasplantes hay cada día en cada país, pues la magia radica en que esa aorta se creó de la nada, en cuestión de horas, gracias a una impresora 3D.
Los médicos del hospital Gregorio Marañón fabricaron una prótesis 3D de la zona de la aorta dañada en menos de 10 horas y luego, mediante una complicada operación, se la introdujeron antes de que se produjera el sangrado fatal que habría llevado a la muerte al paciente.
Según los profesionales de Sicnova, gracias a este tipo de impresoras 3D, se puede mejorar la calidad de vida de muchísimos pacientes, estudiar una operación con moldes exactos antes de realizarla e incluso salvar una vida en cuestión de horas como pasó con el paciente del Gregorio Marañón. Parece magia.
De hecho, un grupo de investigación logró crear un corazón en miniatura con células madre. Se trata solo de una prueba, un experimento previo que ha de realizarse antes de fabricar uno de verdad y proceder a su trasplante, pero lo importante es que es un primer paso. Lo que se consiguió exactamente es un pequeño corazón que se utilizará para pruebas de medicamentos, pero que da un paso más hacia la posibilidad de crear un corazón totalmente funcional con tejido muscular que permita un trasplante en un paciente enfermo.
Pero las impresoras 3D en el campo de la medicina tienen mucho más que dar.
Aplicaciones de la impresión 3D
- Audífonos: las impresoras 3D son capaces de imprimir audífonos que se adaptan totalmente al oído humano, pues son impresas a partir de imágenes diseñadas basadas en moldes perfectos del oído del paciente.
- Odontología: en el campo dental encontramos uno de los sectores que más uso hacen de la impresión 3D pues, con ella, pueden crear tanto moldes como piezas finales, todo depende del material que se utilice para imprimir.
- Traumatología: la impresión de huesos puede ayudar a miles de personas a recuperar su movilidad. En Hellín se ha conseguido que una plantilla hecha con impresión 3D se adapte perfectamente al contorno y pierna de un paciente que ha recuperado la movilidad en tiempo record. Y además, se pueden imprimir prótesis de todo tipo, desde un brazo, hasta una pierna o una mano.
- Salvando vidas: Un hito en este sentido ha tenido lugar en Estados Unidos, donde el Instituto de Biológica Genómica desarrolló una férula impresa en 3D que fue cosida alrededor del tubo de traqueotomía de una niña que necesitaba expandir sus vías respiratorias. Al estar fabricado en un material especial, el soporte se absorberá completamente en dos o tres años, por lo que el bebé carecerá de secuelas.
- Estructuras biónicas: gracias a la posibilidad de imprimir usando como material células vivas, varios investigadores de Princeton y el hospital Jhon Hopkings se fabricó una oreja biónica capaz de escuchar la radio y otras señales electromagnéticas.
- Piel: hoy en día, aquellas víctimas de incendios de grandes dimensiones que pierden parte de su piel pueden recibir un injerto de piel fabricada en impresoras 3D con células madre.
- Medicina: A pesar de que esta pueda parecer la aplicación menos útil, la realidad es que en el día a día podría suponer un respiro para muchos padres y madres pues, un grupo de científicos han impreso medicación en forma de golosina, lo que hará que los niños no repliquen a la hora de tomarse sus pastillas. Pero la verdadera razón de su creación no es esa, la realidad es que esta impresión de medicamentos permite afinar aún más las dosis que cada paciente, de forma individual necesita, pudiendo crear medicamentos personalizados para cada dolencia.
Y es que algunos expertos aseguran que la inclusión de la tecnología 3D en medicina abrirá el camino de la medicina personalizada: prótesis dentales personalizadas, audífonos personalizados, implantes personalizados y, por supuesto, medicamentos personalizados. Si a esto le unimos que la tecnología 3D abarata tiempo de fabricación, costes y mejora la atención sanitaria, debemos dar por hecho que más tarde o más temprano, todos y cada uno de los hospitales tendrán, como mínimo, un par de impresoras 3D de alta gama que, gracias a los avances y la investigación con células madre, permitan realizar trasplantes en tiempo record, curar enfermedades crónica y, ¿por qué no? permitan hacer andar a quienes habían perdido toda esperanza en hacerlo tras sufrir ciertos accidentes de tráfico o accidentes laborales que acabaron dejando daños en su espina dorsal, en sus piernas o en sus pies.