A veces uno descubre sus problemas de la manera más extraña. Todas las mañanas arranco mi coche para ir a trabajar, algo que en invierno en mi zona se hace más duro debido a las nieblas, el frío o la lluvia. Lo curioso es que comencé a notar que mi visión era menor, algo que mi primera reacción fue culpar a las escobillas del limpiaparabrisas, que no las he cambiado desde que compré mi Citroën C4 desde hace 7 años que lo compré.
Total, que sabedor de los sablazos que meten en los concesionarios oficiales me decidí por comprar online en http://escobillas-limpiaparabrisas.es/es/ donde pude encontrar unas escobillas para mi coche y solucionar el que yo creía que era mi problema. Las instalé y cuál fue mi sorpresa cuando vi que funcionaban de manera correcta, pero mi visión seguía sin ser lo nítida que pensaba.
Me tocaba ir a revisarme la vista, donde me asesoraron sobre varias cosas que quiero comentar:
Cuatro de cada diez accidentes de tráfico con resultado mortal suceden de noche, aunque la circulación sea un 60% menor. La situación es debida a que baja el campo de visión y la agudeza visual en un 70%.
La vista, de vital importancia
El 90% de la información que se percibe al conducir nos llega por la vista, por lo que es muy importante para que la conducción tenga un correcto rendimiento. Existen factores importantes, caso de la agudeza visual, campo de visión y de algo tan importante como son las adaptaciones a las modificaciones luminosas y la oscuridad.
Hay que tener en cuenta que se tienen que considerar las enfermedades que puedan reducir o mermar nuestras capacidades, que pueden tener como en mi caso una visión claramente deficiente y que da como resultado una dificultad más grande a la hora de calcular las distancias o la velocidad.
Las dificultades cuando conducimos de noche
Para que podamos tener el 95% de la capacidad visual hace que necesite un lapso de adaptación de entre 5 y 7 segundos.
En cuanto a mi particularmente, en el oftalmólogo me comentaron que a partir de los 40 se reduce la agudeza visual, así como de la vista en profundidad, lo que produce una menor adaptación a la oscuridad o sensibilidad a los deslumbramientos. A ponerse gafas toca y a tener controles oftalmológicos de forma periódica para tener que prevenir unos problemas que pueden ser más grandes.
Mi consejo es que tengas claro que con los años vamos perdiendo facultades e incluso como mi hermana no puedes descartar llegar a 19/20 años y te encuentres con que puedas pasar de tener una miopía de 0,5 a 1 o 1,25 como le pasó a ella. En su caso se dio cuenta cuando pasó a ponerse en las filas de atrás en las aulas de la universidad, no veía bien la pizarra y fue el síntoma que dejaba claro que había perdido capacidad visual.
Así que ya sabes, pásate por el oftalmólogo no sea que las escobillas sean las que te avisen como a mí de que tu vista no es la que era.