Autogestión de la Salud

Hace un par de semanas publicamos en este blog un artículo llamado “Plantas medicinales para el estrés”. En él hablábamos de las propiedades que tienen algunas plantas y aceites naturales para aliviar el estrés de la vida diaria así como de algunas algas que muchos de nosotros desconocemos por ignorancia o por no tener la  tradición que sí tienen las culturas asiáticas sobre su uso. Muchos de los lectores, a raíz de aquello, se pusieron en contacto con nosotros pidiéndonos nombres de establecimientos o páginas webs donde adquirir algunas de estas plantas: en saludatenea.com encontraréis la mayoría de productos a buenos precios.

En Salud Atenea podéis adquirir desde aceites esenciales y plantas medicinales hasta algas marinas y complementos alimenticios. También tienen sección de cosmética para los y las más coquetas/os con muchísimos productos naturales e hipoalergénicos.

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Medicina Tradicional

De todos modos cabe recordar que en el artículo mencionado sólo hablábamos de propiedades de plantas que ayudaban a combatir el estrés pero las plantas medicinales pueden ofrecernos mucho más que eso.

El nombre de muchas plantas medicinales parecen ingredientes de una pócima de brujería: cola de caballo, uña de gato, cuernecillo, diente de león, etc., pero dejando a un lado los conjuros, lo cierto es que los primeros escritos sobre los beneficios de las plantas medicinales datas del año 3000 antes de Cristo, ya en la cultura sumeria, en Oriente Medio.

A lo largo y ancho de todo el planeta se ha empleado esta medicina tradicional aunque en la cultura occidental haya quedado relegada a un segundo plano, aunque no pensemos que ha desaparecido ni mucho menos: recordad las infusiones de tila, manzanilla, pasiflora o la variedad de té que tenemos en la actualidad y que no son más que herencia de esta cultura milenaria.

Actualmente, por moda o por tendencia, muchos hacen sus propios remedios y jarabes caseros para automedicarse (sin peligro aparentemente) y combatir los síntomas de ciertas enfermedades. Se llama autogestión de la salud.

Alguien que conoce muy bien este concepto es Josep Pàmies, defensor incasable del uso de plantas medicinales. Ahora mismo podríamos decir que hay dos bandos: los defensores de las farmacéuticas y los que defienden las terapias naturales. Y en medio de todo esto están los intereses económicos y el rigor científico. Pàmies tira por tierra el argumento de que los beneficios de las plantas no están comprobados científicamente y defiende el estudio de las propiedades y su difusión para que cada persona pueda autogestionar su propia salud y evitar así el control que se quiere ejercer sobre nuestras vidas.

Este amante de la naturaleza recomienda informarse y aprender las terapias naturales, además de aspirar a la autosuficiencia de la salud y vivir el día a día con hábitos saludables, codo con codo con quien tenemos cerca.

Ahora bien, ¿eso significa que debemos renunciar a los tratamientos y demás beneficios que nos puede aportar el producto farmacéutico? No, para nada. Sólo los extremistas hacen tales afirmaciones y en mi opinión, los extremos nunca fueron buenos, en ningún sentido. Por eso desde nuestro blog queremos animar a los lectores a conocer las plantas y los remedios naturales que nos rodean, pero también a comportarse con cierta lógica y comprender que la naturaleza llega hasta cierto punto y que, a partir de ahí, es mejor recurrir a profesionales de la medicina que sepan cómo aliviar dolor, curar enfermedades y tratar males.

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