Hace poco me di cuenta de que el tejado de mi casa necesitaba una pequeña reparación, por lo que me planteé realizarla yo mismo, pero un buen día me levanté con un dolor que me bajaba por la pierna izquierda hasta la rodilla, produciéndome una ligera cojera, por lo que tuve que acudir al médico, el cual tras explorarme me informó de que necesitaría reposo y la realización de unas pruebas para confirmar el diagnóstico. Por lo que lógicamente yo ya no podría realizar las obras del tejado, así que me informé, pedí presupuestos y decidí contratar a Cubiertas Estévez, una empresa de Madrid especializada en rehabilitación y reparación de cubiertas y tejados, que también realiza la impermeabilización y aislamiento térmico con una garantía de diez años.
Una vez realizadas las pruebas diagnósticas, como radiografías de la zona lumbar, el médico me informó de que tenía una hernia de disco lumbar, lo que significa que una parte de la zona interior del disco intervertebral de la columna ha salido de su anillo hacia la raíz nerviosa, presionándola y produciendo dolor, lo que puede llegar a producir una pequeña cojera. Un porcentaje importante de la población tiene alguna hernia discal en su columna, aunque no tenga dolor o no lo sepan porque no les causa problemas, pues estas pueden desde pasar inadvertidas hasta dar problemas ocasionalmente o llegar incluso a ser totalmente incapacitantes para la vida diaria. Hace poco, fue noticia por ejemplo que la ex Spice Girl Victoria Beckham ya no podía llevar tacones desde que se le diagnosticase una hernia discal durante su embarazo de 2011.
Los síntomas de esta enfermedad se caracterizan por un dolor intenso o en diferentes grados, que se irradia hacia una de las piernas o hacia ambas, produciendo pérdida de sensibilidad que puede llegar hasta la rodilla, el tobillo o los dedos de los pies, calambres, etc. Las causas pueden ser múltiples, desde malas posturas, coger demasiados pesos, realizar ejercicios constantes y repetitivos hasta contracturas provocadas por estrés laboral, emocional, mala alimentación o falta de ejercicio físico.
¿Se puede evitar una hernia discal?
Podremos, al menos intentarlo manteniendo en todo momento una buena postura corporal, haciendo un ejercicio físico adecuado para fortalecer la musculatura y adquirir una buena flexibilidad y desde luego no coger demasiados pesos. Igualmente podemos acudir a sesiones de fisioterapia, donde mediante diversas técnicas se puede llegar a relajar la musculatura, como pueden ser masajes para descomprimir la columna, corrientes analgésicas conocidas como tens, mediante calor por infrarrojos, estiramientos, ejercicios con pelota y también ejercicios en piscina pues por la propiedad desgravitatoria del agua, unida a una temperatura suave, se conseguirá que el musculo se relaje.
El seguimiento y el tratamiento de una hernia discal debe ser realizado por un especialista en traumatología o neurocirugía, si bien la mayoría de ellas no requieren cirugía, pues con una medicación adecuada sus síntomas deberían mejorar, pero si llegado el caso de que no mejoren o incluso empeoren, o si la raíz del nervio está afectada con pérdida de sensibilidad, fuerza o reflejos, así como si están afectados los controles de esfínteres, tanto de orina como de heces, puede ser el momento de plantearse la cirugía.