La articulación temporomandibular (ATM) es la que conecta la mandíbula a los huesos temporales del cráneo. Así, el trastorno temporomandibular, conocido comúnmente como ATM, ocurre cuando hay problemas con los músculos de la cara y la mandíbula.
A veces, puede pasar que la bisagra que conecta el maxilar superior y la mandíbula inferior no trabaja correctamente. Esta bisagra es una de las articulaciones más complejas del cuerpo, se encarga de abrir y mover la mandíbula inferior hacia delante, atrás y de lado a lado. Por lo mismo todos estos problemas que impiden el trabajo normal de este sistema complejo de músculos, ligamentos, discos y huesos, se agrupan bajo la denominación de alteración de ATM.
Por lo general, la alteración de ATM se siente como si la mandíbula saltara o tronara o se atorara por unos segundos y muchas veces, es imposible determinar la causa exacta de la alteración.
Existen tres tipos de alteraciones:
- Dolor Miofascial: Propio de pacientes con una articulación temporomandibular normal. Aquí, el síndrome es causado por tensión, cansancio o espasmos en los músculos masticadores; y provoca dolor en los músculos que controlan la mandíbula, así como anomalías en la movilidad mandibular.
- Asimetría interna: Es la forma más común de alteración articular. Se origina por un disco desplazado, una mala alineación, una mandíbula dislocada o lesiones de cóndilo. Los síntomas más frecuentes suelen ser dolor articular localizado y chasquidos al mover la articulación.
- Alteraciones degenerativas e inflamatorias
Origen de los trastornos
En la mayoría de los casos de ATM suele ser muy difícil determinar la causa de la afección, pero este dolor puede aparecer por una combinación de factores, tales como:
- Desórdenes congénitos y del desarrollo: los cuales dan lugar a aplasias, hipoplasia e hiperlasia.
- Maloclusiones: al alterarse el equilibrio de la oclusión se puede ver afectado el cartílago de la articulación temporomandibular, ocasionando problemas musculares, dolores de cabeza y, con el tiempo, disfunciones mandibulares.
- Desarreglo del complejo cóndilo-disco: provoca alteraciones anatómicas, condilares, desplazamiento anterior del disco y dislocaciones del disco.
- Enfermedades metabólicas
- Infecciones
- Subluxación condilar: caracterizada por una dislocación con o sin desplazamiento de disco debido a la laxitud y debilidad de los ligamientos. Puede producirse debido a una apertura bucal excesiva y sostenida en el tiempo. Sus principales síntomas son dolor y dificultad al cerrar la boca.
- Patologías neurológicas
- Desórdenes musculares: dolor miofascial, miositis, espasmos y contracturas.
- Pérdidas dentales: con la pérdida de piezas dentales, el hueso maxilofacial empieza a perder hueso. Eso, a largo plazo, puede dar lugar a problemas articulares.
- Traumatismos: un traumatismo puede ocasionar fracturas, desgarros o roturas en la articulación.
- Neoplasias
- Osteoartritis
- Adherencias disco-condilar y disco-fosa
- Anquilosis: es la pérdida de movimiento articular a causa de la fusión de los huesos que se insertan en la articulación o debido a la calcificación (depósito de calcio en los tejidos) de los ligamientos que la rodean. En la mayoría de los casos, la anquilosis se debe a una lesión o infección, aunque puede haberse originado desde el nacimiento o a consecuencia de una artritis reumatoide.
- Sobrecarga física
- Estrés o depresión: pueden causar efectos físicos sobre la estructura alrededor de la articulación, ocasionando el rechinamiento de los dientes (bruxismo).
- Desórdenes inflamatorios: pueden producir capsulitis y sinovitis en la articulación.
Síntomas de la ATM
Las alteraciones de la ATM se puede reconocer mediante varios síntomas y señales tal y como nos cuentan desde Unova Clínica Dental. El problema es que es difícil saber con certeza si uno padece de alteraciones de ATM o no, porque sus síntomas también son indicadores de otros problemas.
Algunos de los síntomas de alteración de ATM más comunes son los siguientes:
- Dolores de cabeza parecidos a las migrañas, dolor de oídos, y dolor y presión por debajo de los ojos.
- Un chasquido o tronido al abrir o cerrar la boca.
- Dolor al bostezar, al abrir la boca ampliamente o masticar
- Mandíbulas que se traban, se cierran o se salen del lugar.
- Molestias dolorosas en los músculos de la mandíbula.
- Un cambio repentino en el modo en que los dientes superiores e inferiores encajan unos sobre otros.
Diagnóstico
Para diagnosticar ATM con certeza, deberás acudir a tu especialista de salud bucal de confianza ante la presencia de síntomas. Tu dentista podrá emitir un diagnóstico correcto basado en tu historia clínica y odontológica completa, un examen clínico y dental, e incluso, puede que tome ciertas radiografías (panorámicas) para evaluar la articulación de la mandíbula y las estructuras adyacentes de tu oclusión.
También podría mirar los músculos y tejidos de la cabeza y cuello para buscar inflamación, mediante la práctica de ciertos ejercicios y movimientos, y puede que te sugiera acudir a un cirujano bucal y maxilofacial para una evaluación y diagnóstico más completos.
Tratamiento de ATM
Hasta ahora no existe única cura para la alteración de ATM, pero si hay diferentes tratamientos a seguir que reducen los síntomas en forma significativa.
Por eso, si detectas los síntomas de una afección ATM, lo más recomendable es que contactes con tu dentista especializado, para que pueda diagnosticar la afección y comenzar con un tratamiento. De hecho, si el dolor es intenso o no desaparece solo, cuanto antes vayas a consulta, mejor.
El equipo especialista en salud bucal de Clínica Dental La Chicuela añaden que tu especialista puede indicarte, entre otras medidas, los siguientes cuidados:
- Evitar acciones que agraven la afección o los músculos de la cara, como por ejemplo, masticar goma de mascar, apretar o rechinar los dientes o abrir la boca más de lo normal cuando se bosteza.
- Intentar eliminar el espasmo muscular y el dolor aplicando calor húmedo o tomando medicamentos relajantes, aspirinas u otros analgésicos o drogas antiinflamatorias que puedas conseguir sin una receta.
- Usar un aparato, denominado placa de mordida o tablilla, para reducir los efectos dañinos de apretar los dientes excesivamente y rechinarlos. Estos estarán hechos a medida para tu boca y lo que harán será deslizarse sobre los dientes superiores y evitar el rechinado contra los inferiores.
- Aprender técnicas de relajación para ayudar a controlar la tensión muscular sobre la mandíbula. Incluso, te podrá sugerir algún especialista en materia con quien acudir.
- Cuando las articulaciones mandibulares se ven afectadas y los tratamientos mencionados no han podido solucionar el conflicto, se recomienda la cirugía.
Tratamientos conservadores
- Férulas de estabilización: son dispositivos que sirven para desprogramar, modificar la estimulación sensorial, reducir la actividad y, a su vez, el dolor muscular originado por la constante presión mandibular.
- Fisioterapia: algunas técnicas de fisioterapia adecuadas y asociadas a un tratamiento odontológico pueden ayudar a atacar la afección.
Tratamientos quirúrgicos
- Artrocentesis: este procedimiento consiste en un lavado articular con dos agujas intra-articulares para eliminar todas las partículas microscópicas y poder inyectar una solución para ayudar a lubricar la articulación.
- Artroscopia: en este procedimiento se introduce una cámara intra-articular (artroscopio) para que el cirujano pueda examinar la articulación, retirar el tejido inflamatorio y manipular las estructuras.
- Reemplazo de articulaciones: si el problema deriva en una gran incapacidad funcional y no se logra mejorar con las medidas conservadoras, este tratamiento sugiere sustituir la articulación por una prótesis artificial.
- Cirugía abierta:en caso de que se el paciente presente un tumor en la articulación, lo más recomendable podría ser realizar una cirugía abierta en la articulación para que el especialista pueda tener acceso al interior y extirpar el tejido dañado.