No son pocas las dificultades que nos podemos encontrar a la hora de rehabilitar un edificio o finca que se ha encontrado deshabitado durante algunos años o incluso décadas. Además de que la estructura y los cimientos de cualquier edificio pueden haber sufrido diferentes imperfecciones, es muy común la aparición de diferentes plagas que hagan muy difícil que el lugar vuelva a utilizarse para cualquier función.
Una de las plagas más conocidas y a las que le tenemos un gran respeto es la que componen las ratas. Éstas campan a sus anchas por miles y miles de edificios que, en España, están desatendidos o desocupados. Si no hay un control serio y expeditivo para erradicarla, nos podemos hallar de un problema de salud pública de primera categoría.
Hace poco, mi hermano y yo nos enteramos de que mi abuelo, muchos años atrás, le había dejado a nuestro padre una finca a modo de herencia. Este lugar, al que nunca habíamos acudido y cuya existencia desconocíamos por completo, había estado desocupado mientras su titularidad ha estado en manos de mi padre. Por eso, ahora que él ha fallecido y que tanto mi hermano como yo nos hemos convertido en los nuevos propietarios, nos hemos propuesto volver a ocuparla para hacer de ella un lugar de uso y disfrute para el verano.
Pero para ello han sido necesarias muchas cosas. Entre ellas, y en relación en lo que comentaba más arriba, ha habido que acondicionar el lugar para que, después de tantos años de abandono, esté listo para acoger a nuevos huéspedes aunque sea durante unos pocos días al año. Y acondicionar un sitio como del que hablo hubiese sido totalmente imposible de no haberlo desratizado en primera instancia.
La verdad es que la situación lo pedía a gritos. Cientos de estos animales copaban los suelos cuando acudimos por primera vez a inspeccionar la finca. Lo primero en lo que pensamos fue que, por desgracia, no íbamos a tener la posibilidad de disfrutar del lugar. Pero nada más lejos de la realidad. Rodeándonos de los profesionales adecuados, sería posible terminar con aquella plaga y devolver a la finca el esplendor del que seguro había disfrutado en el pasado. No iba a ser fácil, porque desde luego había muchas más cosas que hacer para que el lugar obtuviera las condiciones exigidas para ser habitable. Sin embargo, no era para nada imposible.
Según me comentó mi hermano, lo idóneo era contactar con ControlPlag, una entidad dedicada a mitigar plagas como la de esa colonia de insalubres animales que copaban el espacio del que queríamos disfrutar. Decididos a acabar con ella, nos pusimos en contacto con los profesionales de esta empresa y les comentamos nuestra situación. Algún tiempo después, el problema había desaparecido por completo.
Lavado de cara en un tiempo récord
Los trabajadores de ControlPlag terminaron con el problema de raíz en un tiempo bastante reducido. Utilizando los mejores productos y elementos, consiguieron acabar con la vida de más de 200 ratas. La efectividad de aquel tratamiento ambiental había sido espectacular y su resultado, gratamente sorprendente. Mi hermano y yo estábamos encantados y muy felices de habernos encontrado con esta gran noticia teniendo en cuenta las pocas posibilidades que veíamos en poder acondicionar la finca.
El verano se acerca y nuestras familias ya andan imaginando en lo relajada y serena que será la vida en la finca. Personalmente, no me extraña que estos pensamientos estén pululando por sus mentes, porque lo cierto es que el sitio se está transformando de una manera que nadie podía imaginar hace tan solo unos pocos meses. Incluso estamos tanteando la idea de instalar una piscina. Nuestra finca se habrá convertido, a buen seguro, en un palacio de verano para el próximo mes de junio.