La importancia de una espalda sana

La mayoría de las personas del mundo, cuando se les habla de salud, piensa en cosas muy concretas: no tener enfermedades, no estar en una silla de ruedas y tener movilidad, no tener caries… y un largo etcétera en los que tú ya habrás pensado en más de una ocasión. Pero la realidad es que la salud va mucho más allá de “no padecer una enfermedad”. La salud recoge una serie de elementos que son necesarios para que seamos considerados “saludables”, y hoy nos vamos a centrar en uno que suele pasar por alto pero que, en definitiva, es realmente importante que mantengamos en perfectas condiciones: la espalda.

 

La importancia de la prevención y la promoción en la salud

Creo que la definición más concreta y correcta sobre lo que es la salud la otorgó la Organización Mundial de la Salud en el 1946: “La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades«.

Si leemos esta definición con suma atención, podemos comprobar que la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar (es decir, de sentirnos bien) mental, física e, incluso, socialmente. Esto quiere decir que tan importante es no padecer una bronquitis como no padecer una ansiedad, que es una enfermedad psicológica.

Antiguamente, cuando no teníamos métodos suficientes para tratar nuestra salud como se merecía, la medicina era muy básica: el médico cogía sus bártulos e iba de casa en casa tratando de sanar enfermos y repartiendo medicinas (sobre todo naturales) para contrarrestar los males que achacaban a nuestro cuerpo. Era similar a lo que la gente piensa que son los “curanderos”.

Con el tiempo esto fue mejorando, sobre todo gracias a la tecnología y a los descubrimientos y avances en la salud y en la medicina, y ya poco o nada queda de esos tratamientos naturales, que han dado paso a las medicinas y a las operaciones con el paso de los años.

Pero algo que has de tener claro que padecer una dolencia no hace referencia a todo aquello que se soluciona con una pastilla: malas posturas, comer cosas dañinas, el estrés laboral, responsabilidades sociales y familiares… y un largo etcétera, son factores que pueden hacer peligrar nuestra salud.

De ahí, la importancia de la promoción y la prevención:

  • La promoción es, cito textualmente, “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud para mejorarla. Abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a aumentar las habilidades y capacidades de las personas, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales, ambientales y económicas que tienen impacto en los determinantes de salud. La existencia de un proceso de capacitación de personas y comunidades puede ser un signo para determinar si una intervención es de promoción de salud o no”.

Permíteme traducirte con palabras más sencillas lo que es la promoción: promoción es divulgación. Promocionar la salud es divulgarla, es transmitir a las personas los conocimientos básicos que han de tener para que su salud no empeore. Es educar a la población en todos aquellos conocimientos básicos que han de tener para que ningún aspecto de su salud se resienta (por ejemplo, este artículo es divulgativo sobre la salud de la espalda, y por eso es educativo para tu salud).

  • La prevención es, cito textualmente, de nuevo, de la mano de la OMS en 1988: “La prevención son aquellas medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecidas”.

O sea, que la prevención es lo que viene después: aplicar lo aprendido en la promoción. Suponte que enseñamos que los dientes han de lavarse después de cada comida para que no padezcas caries y, tras esto, los niños empiezan a lavárselos tras cada comida.

La promoción sería la enseñanza (“hay que lavarse los dientes después de cada comida”) y la prevención es la consecuencia (“los niños empiezan a lavarse los dientes tras cada comida”).

¿Ves la diferencia?

 

Promocionemos la salud de la espalda, esa vieja amiga olvidada

Absolutamente todos sabemos lo que es la espalda, no voy a entrar en definiciones absurdas de algo que todo conocemos. Lo que sí voy a hacer es dedicarme a explicaros (y a promocionaros) por qué cuidar la espalda es sumamente importante para mantener una salud plena.

¿Sabes que el cuerpo es como una máquina? Si uno de sus engranajes está mal engrasados o empiezan a fallar, automáticamente falla la máquina completa. Con el cuerpo ocurre exactamente lo mismo que te acabo de explicar: cuando nos duele el tendón de Aquiles (el del pie), nos cuesta andar y, en consecuencia, se nos dificulta cocinar. Si nos duele la espalda por culpa de una mala postura, difícilmente vamos a poder agacharnos para cargar una simple bolsa de la compra, porque se nos va a resentir el cuerpo entero.

Por lo tanto, hemos de tener muy claro que cada parte de nuestro cuerpo hueso, músculo u órgano— tiene su función, y resulta, por lo tanto, imprescindible para el correcto funcionamiento de nuestra máquina al completo.

De aquí, inferimos perfectamente que cuidar y mantener en buenas condiciones cada parte del cuerpo es vital. Pero has de saber también que existen partes del cuerpo más importantes que otras: por ejemplo, el corazón es mucho más importante que el dedo de una mano. Con un dedo menos se puede vivir, pero sin un corazón…

 

¿Por qué es tan importante mantener la salud en la espalda?

La espalda es uno de esos elementos vitales y cruciales que debemos cuidar y mimar como si la vida nos fuera en ello. La espalda es el tronco, el centro de nuestro cuerpo, y de ella va a partir casi el 90% de los movimientos y actividades que hagamos el resto del día. Con una espalda mal cuidada, repleta de dolorosas hernias discales o de músculos sobrecargados, no vamos a poder caminar, saltar, correr, acostarnos o levantarnos con toda la naturalidad acostumbradas.

A continuación, vamos a enumerarte una serie de elementos que, con una espalda lesionada, se verían seriamente afectados:

  • Tu salud se resiente, porque pueden derivarse enfermedades de una espalda debilitada: desviación de columna, cifosis, mareos y vértigos… Por lo tanto, has de saber que una espalda que no trates va a conseguir que tengas otras dolencias que no habías previsto, y esto, por lo tanto, sí es empeoramiento de la salud.
  • El ámbito laboral también se ve afectado, porque no puedes trabajar con normalidad con una lesión de espalda. De hecho, no debes trabajar con una lesión en la espalda, porque, como has leído arriba, puede derivar en algo mucho, mucho peor. De hecho, se aconseja que, cuando estas cosas sucedan, acudas a la mutua de tu trabajo para que valore si puede seguir trabajando o no con un dolor de espaldas. Puede darte de baja, recetarte medicamentos… o decirte que puedes seguir trabajando.
  • Por supuesto, el ámbito familiar también se resiente. Si te duele la espalda o tienes alguna enfermedad, y has quedado con tu familia para hacer una barbacoa o algo tan sencillo como dar un paseo por el parque, te va a costar mucho. Por lo tanto, has de saber que la espalda también puede afectar a tu vida social y familiar más de lo que te imaginabas en un principio.
  • Otra cosa que no sabes es que, si estudias o trabajas sentado, la espalda también puede afectarte. Estar sentado requiere estar horas durante una misma postura. La cuestión es: ¿qué postura estás empleando para trabajar? Muchas veces no nos damos cuenta de que usamos una postura en la silla que empeora en gran medida nuestra espalda, porque forzamos la columna en una posición que le puede hacer mucho daño. Por lo tanto, puede afectar gravemente al estudio o a un trabajo que se efectúe sentado.
  • En consecuencia, al verte privado de las cosas rutinarias que solías hacer a diario, tu salud mental y tu felicidad se resiente. Al no poder hacer cosas que haces normalmente, como cargar bolsas, subir o bajar escaleras, correr o, simplemente, sentarte sin que te duela nada, tu mente empieza a ponerse triste porque ve que ya no puede hacer cosas que, hasta hacía tan solo unos días, hacía con total naturalidad sin dolor ninguno. La salud mental es algo muy importante, y no sentirte triste también… porque la tristeza deriva en cosas tan malas como ansiedad, estrés y, en peores casos, la depresión.

 

¿Qué debemos hacer entonces?

Los expertos de Clínicas Vitalfisio recomiendan que no permitamos que un dolor de espalda se alargue en exceso en el tiempo: en resumen, nos dicen que “el mejor remedio para tratar un dolor de espalda es impedir que este avance en el tiempo sin recibir su tratamiento”.

Como hemos explicado con anterioridad, el cuerpo necesita funcionar en su totalidad correctamente para que responda como debe, como las máquinas. Y con este artículo (que uso como promoción de la salud de la espalda), intento hacerte comprender la importancia real que tiene cuidar y mantener la salud de nuestra espalda.

Por lo tanto, en el minuto uno en el que sientas molestias o dolores en tu espalda… no pierdas tiempo y ve a ver qué ocurre: cuando algo duele, es porque algo no funciona.

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