Hace unos días visité la exposición sobre radiología en el Hospital La Princesa de Madrid, que por cierto me resultó realmente interesante, y no pude evitar darme cuenta de cómo hemos avanzado en las técnicas de radiodiagnóstico de unos años a esta parte. No hace muchos tiempo estábamos todos alucinando con las ecografías en 2D y 3D que nos permitían ver a bebés en gestación prácticamente como si pudiéramos cogerlos en brazos. ¿Sabéis cuantas “d” llevamos a día de hoy? Cinco. Al final acabaremos poniéndonos gafas de esas para ver el niño flotando a nuestro alrededor mientras el médico pasa el ecógrafo por nuestro abdomen o el de nuestra mujer. Alucinante.
Sin embargo, este tipo de ecografía, que tan gratificante hace la espera a los futuros progenitores, puede ser mucho más útil de lo que se imagina la inmensa mayoría. Estos equipos de alta tecnología han permitido reducir el uso de radiación en los niños, pues hasta ahora era la radiografía la técnica más usada para localizar y detectar ciertas enfermedades y patologías en los niños menores de 12 años, algo que a la larga puede causar problemas graves debido a la radiación que se emite para llevar a cabo el proceso. Ahora, con las ecografías de última generación, es posible tener acceso a imágenes más nítidas para diagnosticar sin necesidad de que los niños pequeños queden expuestos a dicha radiación.
Muchas clínicas públicas y privadas ya disponen de este tipo de tecnología, como la Clínica Istabba, más conocida por su función como clínica de rehabilitación en Sevilla que como clínica de radiodiagnóstico, pero que en muy poco tiempo se ha puesto a la cabeza al incorporar tecnología avanzada de resonancia magnética y radiología. Gracias a las ecografías de última generación, las resonancias y a su magnífico equipo de radiólogos, consiguen atacar el problema desde la raíz, tanto en cuestiones de fisioterapia como de rehabilitación y traumatología, pues diagnostican el problema con un margen de error mínimo gracias a sus técnicas de radiodiagnóstico.
Fusión de Técnicas, Cooperación e Inversión
Según Joaquín Ferreirós, presidente de la Sociedad Española de Imagen Cardiotorácica, integrada en el seno de la Sociedad Española de Radiología Médica, el futuro de la tecnología asociada a la radiología va hacia la fusión de técnicas lo que “ya es una realidad en cierta medida y por eso colaboramos con los profesionales de medicina nuclear en el PET-TAC. También se está trabajando en la fusión de la resonancia magnética con PET y en nuevas técnicas revolucionarias como la tomografía de luz, si bien esto está todavía en sus orígenes.” Según Ferreirós, todo esto está forzando a los radiólogos a trabajar cada vez más en equipos multidisciplinares junto a otros especialistas, lo que al final favorece al paciente, que es el objetivo principal.
Cuando un equipo se queda obsoleto es necesaria su actualización con cierta urgencia, pues aquellos diagnósticos que pueden realizarse en cuestión de minutos gracias a las nuevas tecnologías son capaces de llegar a tardar semanas o incluso meses sin las técnicas adecuadas. La reducción de tiempos de diagnóstico son, en muchas ocasiones, vitales para los pacientes. Por eso no nos cansamos de repetir que la sanidad pública necesita actualizar todos sus equipos y sistemas, y, del mismo modo, es necesario seguir invirtiendo en investigación y desarrollo, para seguir mejorando en tiempos y diagnosis todo lo posible.