Desde la muerte de mi abuela, mi abuelo había comenzado a mostrar fases de depresión y un aumento de su dependencia con respecto a su familia. Necesitaba más atención y, a tal efecto, en su familia comenzamos a obtener información acerca de las diferentes residencias de la provincia de Barcelona. Queríamos encontrar un lugar en el que tuviéramos la certeza de que el abuelo iba a encontrarse atendido de manera permanente y que por tanto no hubiera lugar para sustos o contratiempos. Una vez que, gracias a Internet, descubrimos la página web de
Residencia Geriátrica Barcelona, lo vimos claro. Se trataba de un lugar que contaba con los mejores médicos y sanitarios, zonas ajardinadas en las que pasear, videovigilancia durante las 24 horas, parking gratuito o un horario abierto de visitas.